Tal día como hoy pero del año 1986, nacía en Varsovia un pequeño bebé rubio que se llama Cezary Wilk. Un bebé del que pocos podían imaginar que llegaría a ser un futbolista profesional. Hoy, celebrando su 29º cumpleaños, queremos repasar su trayectoria futbolística desde sus comienzos en el fútbol base polaco.
De pequeño, un joven Cezary militó en las categorías
inferiores del equipo donde se crió, el Polonia Warsaw. Con 19 años y ya
adulto, debutó en la primera división polaca en el Korona Kielce, club en el
que perteneció durante cinco años antes de ser cedido al LKS Lodz. Más
adelante, fichó por el Wisla Krakow en verano de 2010 firmando un contrato de
cuatro años. Con este equipo jugaría 106 partidos y anotando 7 goles, una cifra
nada despreciable teniendo en cuenta que su demarcación es más defensiva que
ofensiva. Cabe destacar que con este equipo fue campeón de liga en el año 2011.
Más tarde, en el verano de 2013, rescinde el
contrato con el Wisla y llega libre al Deportivo, que acababa de descender a la
Liga Adelante tras haber ascendido un año antes. Su llegada se produjo en un
verano que no fue precisamente halagüeño para el equipo herculino. En su
primera campaña con la zamarra blanquiazul disputó 1238 minutos divididos en 19
partidos sin anotar algún gol pero cuajando buenas actuaciones en su oscura
pero esencial labor de destrucción. Consigue el ascenso a Primera y continúa
actualmente en el equipo pero sin contar con excesivas oportunidades para el entrenador
maño Víctor Fernández.
Garra, pulmón y un rigor táctico son palabras que
definen futbolísticamente al mediocentro polaco, que a base de esfuerzo espera
entrar en los planes del entrenador para ayudar al equipo en la segunda vuelta
que marcará el devenir del equipo herculino.
Martín R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario