La derrota ante el conjunto hispalense es la cuarta
consecutiva (tras las cosechadas ante Real Madrid, Celta, Almería), pero no es
lo más preocupante el resultado o haber perdido otros tres puntos. Lo que
vuelve a tener a la afición cordobesista enfadada y preocupada son las
sensaciones que el equipo transmitió, dando una imagen apática e indolente,
similar a la que provocó el enfado de Miroslav Djukic en la ya célebre rueda de
prensa tras la goleada encajada en el Camp Nou.
Para enfrentarse a un Sevilla cargado de bajas, el serbio
decidió probar un nuevo sistema táctico y dar entrada a los tres últimos
fichajes: Heldón, Khrin y Zuculini. Para ello , se quedaron fuera del once
Fausto Rossi (sancionado) , Bebé y Florin. Optó Djukic por quitar un atacante
para meter un centrocampista adicional y así formar un trivote que reforzara el
mediocampo , y ejercer una presión más intensa. Pero el resultado no fue el
esperado. Con un juego demasiado rácano y el equipo metido muy demasiado atrás,
el Córdoba resistió casi 40 minutos defendiendo a un Sevilla que creaba un
constante peligro por bandas con Vitolo y Reyes , uno de los nombres del
partido. En mediapunta , Banega también cuajó uno de sus mejores partidos hasta
ahora en el conjunto sevillista, y Bacca generando grandes problemas a los
defensas. Tuvo el colombiano una gran ocasión que fue desbaratada por Crespo
cuando se iba a planta mano a mano con Juan Carlos. Tras aguantar defendiendo
35 minutos sin apenas pisar campo contrario y justo antes del gol sevillista,
llegó la única ocasión clara del Córdoba en todo el partido: una gran contra ,
de las pocas que concedió el Sevilla , trazada entre Edimar , Heldón y Ghilas ,
que no acertó a rematar el argelino, que fue de lo poco rescatable del Córdoba y
prácticamente el único que siempre cumple . Tras esta oportunidad , vinieron
cinco minutos en los que el conjunto cordobesista sufrió una inexplicable
desconexión del partido que fue aprovechada por el Sevilla para prácticamente ,
y antes incluso del ecuador del partido , finiquitar el partido con los goles
de Krychowiak y Carlos Bacca. Tras el descanso , Djukic dio entrada a Bebé por
Deivid , y a uno de los nombres propios del partido : Patrick Ekeng por
Zuculini. El camerunés acabó por decantar el partido a los 10 minutos de entrar
tras propinar una patada en la cara a Vitolo y ganándose una expulsión tan
absurda como innecesaria. Reaccionó Djukic quitando a Heldón por Abel en un
intento por recomponer el centro del campo, aunque el partido tras la expulsión
perdió cualquier trascendencia. 20 minutos después , el polaco Krychowiak vio
la roja directa tras una dura entrada sobre René Khrin , que pudo haber tenido
graves consecuencias para el esloveno, y que provocó una tangana con los dos
implicados en la acción dedicándose palabras poco afectuosas. Tras igualarse
las fuerzas nuevamente , el Córdoba pareció reaccionar, pero nada más lejos de
la realidad. En el 76 , Iborra ponía el tercero , el segundo a balón parado del
partido , lo que refleja el poderío de
equipo de Unai Emery en este aspecto.
Pantic , al igual que en la primera vuelta en el Arcángel , tuvo un
partido para olvidar , fallando en los goles sevillistas. Pero no sería justo
señalar nombres concretos en un partido tan desastroso en el apartado
colectivo. Finalizó el partido 3-0 , con los hispalenses enganchados a la pelea
por la Champions y el Córdoba en una dinámica negativa que les devuelve al
farolillo rojo. El cordobesismo espera que el equipo vuelva a recuperar el
espíritu que implantó Djukic tras el desastre en Barcelona , y para ello el
próximo sábado reciben en el Arcángel al Valencia, uno de los rivales más
complicados de toda la liga. Más que nunca , y como diría el técnico serbio ,
el Córdoba debe tener “cuchillo en boca”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario