<<El Barça ya es más líder a costa de un Madrid que perdonó demasiado>>
Barça y Madrid cruzaban sus caminos en el Camp Nou con mucho más que tres puntos en juego. Los culés, líderes por la mínima, recibían a un Madrid herido, que buscaba su mejor versión perdida allá por el 2014.
Un espectacular mosaico recibía a los 22 protagonistas del encuentro. Comenzaba el "partido del siglo" ante los más de 400 millones de espectadores que lo seguían a través de la pantalla de la televisión alrededor del mundo.
El encuentro comenzaba con mucha lentitud. El Barça dominaba el esférico con posesiones largas en campo propio ante un Madrid que no presionaba. La estrategia de los blancos parecía clara, replegados atrás esperarían sus oportunidades a la contra con la velocidad de sus jugadores ofensivos.
El planteamiento de Ancelotti parecía funcionar. A los quince minutos de juego, Cristiano Ronaldo estrellaba su remate en el larguero tras una buena jugada conducida por Benzema y Marcelo. El Madrid avisaba primero.
Sin embargo, la respuesta culé no tardaría en llegar. Tan sólo tres minutos después, Mathieu acertaba a rematar al fondo de la red un gran centro de Messi de falta. Los culés se adelantaban en el marcador en su primera gran ocasión de un partido que, parecía, se ponía pronto de cara.
Sin tiempo de reacción, el Barça pudo sentenciar. Neymar no acertó a rematar un tiro a bocajarro, producto de un disparo mordido de Luis Suárez. En la jugada siguiente, cosas del destino, Cristiano lograría el empate blanco tras un sublime taconazo de Benzema. El francés fué, sin duda, el mejor del Real Madrid en el partido junto a Modric. Muy incisivo, sobretodo en la primera mitad, canalizó todo el juego ofensivo de su equipo.
A partir de este momento se produjo un punto de inflexión en el encuentro . El dominio, el control del esférico y las ocasiones recaían ahora en los madridistas, que pudieron sentenciar a un Barça noqueado. Primero fué Cristiano Ronaldo, con un potente disparo lejano, y posteriormente Gareth Bale, que remató desviado un balón muerto a la salida de un córner. El propio galés vería como Mateu Lahoz, colegiado del encuentro, le anulaba (y bien hecho) un gol por fuera de juego.
Llegaba el descanso y el Barça respiraba. Los culés habían logrado solventar la avalancha blanca de los ultimos minutos con éxito. Por contra, los merengues, que lamentaban las numerosas ocasiones falladas y deseaban no tener que acordarse de ellas al final del partido.
El guión parecía mantenerse tras el descanso. Pocos minutos tras la reanudación, Benzema probaba suerte de nuevo con un gran tiro tras una buena jugada de Cristiano. Sólo la mano salvadora de un gran Bravo evitaría el gol . El chileno realizó un gran partido de nuevo, realizando varias paradas clave a lo largo del encuentro y demostrando porqué es el portero menos goleado de la Liga.
Sin embargo, sería el Barça quien golpearía de nuevo. Un gran pase de Dani Alves a la espalda de la defensa merengue supondría el segundo gol culé, obra de Luis Suárez. El uruguayo, tras un gran control en carrera, definió a la perfección con un disparo cruzado ante un indeciso Casillas.
A partir de este momento, el Madrid se descosió. Los merengues perdieron la esperanza de la remontada ante un Barça crecido que, con el resultado y el tiempo a favor, pudo golear. Messi, desaparecido hasta el momento, hizo acto de presencia y el equipo carburó. Casillas, con varias paradas, sostuvo al equipo en los minutos finales.
El encuentro finalizaba y el Barça era el vencedor de éste nuevo Clásico. De esta manera, el cuadro de Luis Enrique, aumentaba su diferencia con respecto al Real Madrid a cuatro puntos. Todo un golpe a una liga que, a falta de diez jornadas por disputarse, comienza a adquirir tintes blaugranas.
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